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UN LUGAR MARAVILLOSO, TUVE EL PRIVILEGIO DE OBSERVAR A LOS DELFINES, TODOS SON MUY AMABLES, LA COMIDA MUY BIEN, LA MOVILIDAD FUE BUENA, LAS PIZZAS CON EL TÍO GEORGE AMPLIAMENTE RECOMENDABLES SUS FRAPPÉS,

Lugar hermoso, donde aún conservan el poder respetar a los animales en vida libre. Sin embargo, considero que la playa es sucia, la venta de bebidas, comida, lo que la gente lleva para consumir, etc., es una pena que se deje todo tirado y te responden que porque el agua lo saca y luego se barre, pero habían plásticos y otro tipo de basura en el agua. Si su mayor atractivo es ver delfines, justo deben prestar mayor atención a evitar contaminar el agua y playa. El agua es deliciosa en temperatura y color, aunque el suelo lastima mucho porque tiene muchas conchitas y piedras. Los tours que ofrecen, no necesariamente cumplen con lo que te dicen (que porque no da tiempo). La gente en general es amable. Ojalá no saturen la laguna con motos acuáticas, inflables, etc.

Es un pueblo pequeño, pero sus playas son limpias, el oleaje es agradable y es tranquilo. Cuenta con todos los servicios básicos, gasolina, tiendas de conveniencia, y restaurante; Aun falta que tenga una mayor oferta en el tema de alimentos y bebidas, pero en general es un lugar agradable y se percibe como un sitio seguro.

Es un lugar muy bonito, tranquilo, muy bien tour para ver delfines, 250.00 por adulto y 100 para niños. La comida no es muy buena, quizá les falta sazón, hay varios restaurantes en el muelle.

Definitivamente la amabilidad los caracteriza No fue de mi agrado, el baño no tiene puerta, usa cortina lo que es algo incómodo para los demás hospedados en la misma habitación (5 personas)

Excelente opción para un viaje relax, ir con la familia y estar en la playa, el lugar es tranquilo y se puede mover incluso caminando, buen precio en comidas.